Dichos de Núñez (PC) sobre usar la “presión ciudadana” para avanzar en las reformas tensionan al oficialismo y sacuden a la oposición

Aunque hace ya una semana de la elección de la nueva mesa del Senado, siguen los efectos de las diferencias entre el oficialismo y un sector de la oposición con la que había sellado un acuerdo que no se concretó y que, finalmente, llevó al senador de Renovación Nacional (RN) José García Ruminot en la presidencia de la Cámara Alta. Ello, porque entre los partidos de Gobierno se ha ido extendiendo la preocupación acerca del destino de las reformas emblemáticas de la administración Boric.

Fue el senador del Partido Comunista, Daniel Núñez, quien encendió el debate, no sólo con la oposición, sino también con representantes del Socialismo Democrático, como es el caso del presidente del PPD, senador Jaime Quintana, tensionando nuevamente al bloque oficialista; al asegurar en CNN, en el marco de un programa de debate político, que “el Gobierno tiene que asumir ese desafío, tiene que convocar a la presión de la ciudadanía para sacar adelante las reformas, porque hoy día en el Senado tenemos un escenario de quiebre brutal”, sentenció.

Incluso, más adelante, añadió que el Ejecutivo “tiene que ver qué cosas puede hacer por la vía de decretos”.

Lejos de pasar inadvertidas, sus palabras han sido duramente criticadas por representantes de la oposición, encabezados por la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei, quien lamentó que alguien que es parte del Gobierno “esté llamando nuevamente a algo que puede llevar a un estallido social. No lo puedo creer”, manifestó, añadiendo que “no puedo creer este tipo de irresponsabilidad”, cuando ha costado tanto estabilizar al país después del estallido del 18 de octubre de 2019.

Pero Matthei no fue ni mucho menos la única de su sector ni de su partido, la UDI, en reaccionar en contra de los dichos de Núñez. También lo hizo el presidente de la colectividad, senador Javier Macaya, quien instó al Gobierno a “definirse” sobre las polémicas declaraciones, “respecto de un posible nuevo estallido social”. Ello, porque los principios democráticos, la deliberación e incluso las votaciones en el Congreso, “no pueden estar sujetas a la amenaza implícita de la violencia”, sentenció.

Mientras que la jefa de bancada de los diputados de RN Ximena Ossandón, en un tono similar al de la alcaldesa gremialista, expresó que los dichos de Núñez “son peligrosos y quizás desnudan el verdadero interés que tiene el PC, que es gobernar desde la calle” y junto con llamar a la prudencia, le recordó al senador comunista que en materia de pensiones, la ciudadanía no quiere reparto, sino la propiedad de sus fondos.

Respuesta del gobierno

El llamado de Macaya obligó al subsecretario del Interior, el socialista Manuel Monsalve a recoger el guante. La autoridad indicó que “al Gobierno no le compete ni le corresponde, en ningún caso, convocar a ningún tipo de presión. Al Gobierno lo que le corresponde es gobernar y  eso es lo que hacen el presidente Gabriel Boric y su gabinete”.

Y agregó que al Ejecutivo lo motiva convocar a acuerdos y que estos requieren mayoría política y consenso social.

“Más que un quiebre brutal, lo que hay en el Senado es que somos minoría y en democracia eso no se arregla incitando a la presión social, sino agotando todas las instancias de diálogo”, enfatizó el senador Jaime Quintana –a quien sectores de su partido atribuyen la mayor responsabilidad, porque el PPD haya perdido la presidencia del Senado-, añadiendo que los parlamentarios no debieran hacer ese tipo de llamados, porque “eso incluso puede leerse como la instrumentalización del movimiento social”.

Otro parlamentario que se pronunció sobre los dichos de Núñez fue el jefe de los diputados socialistas Daniel Melo, quien intentó ser ecuánime en su planteamiento. Por un lado, indicó que “si bien la participación social en democracia siempre es importante, las fuerzas de Gobierno y el Congreso no pueden esquivar la responsabilidad de legislar y sacar adelante los cambios y reformas que la gente espera”, pues la democracia y la política deben resolver los problemas de la gente, “para eso nos eligieron”, planteó, apuntando al senador comunista.

Pero también lanzó sus dardos hacia la oposición, instándola a que “deje de obstruir al Gobierno y el avance de los cambios en pensiones, pacto fiscal y sistema de salud”, pues la dañada con ello es “la gente que sigue esperando mejorar su calidad de vida”.